Aus Truth-Quark
Paul Chehade, Estados Unidos - La violencia en nuestras comunidades “Desem-pleo = Necesidad = Disfunción familiar”.
La violencia se reparte en diversos campos y formas de nuestra sociedad , Según cifras de diciembre de 2011 aportadas por los Centros para el Con-trol y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC), una de cada cuatro mujeres en Estados Unidos ha sufrido violencia física grave por parte de su pareja en algún momento de su vida y casi una de cada cinco ha sido violada. Los CDC comprobaron que en Esta-dos Unidos, en promedio, cada minuto 24 personas son víctimas de viola-ción, violencia física o acoso por una pareja.
Hay que promover diversos servicios de atención a víctimas, como cen-tros para personas que hayan sufrido violación sexual, alojamiento tempora-rio para quienes hayan sobrevivido hechos de violencia doméstica y progra-mas que abordan la violencia contra personas con discapacidad. En un mo-mento en que los estados aplican significativos recortes en el presupuesto, el financiamiento resulta indispensable para la continuidad de estos programas, pero como gobierno no podemos quedarnos a esperar que entidades privadas sean la únicas que reacciones con campañas informativas y educativas.
Uno de los aspectos básicos de la lucha contra la violencia consiste en asegurar que se persigan y castiguen severamente los casos de violencia sexual y doméstica a través del sistema de justicia penal, mientras hay que permitir a víctimas inmigrantes cuyo estatus sea ilegal permanecer en Esta-dos Unidos para brindar asistencia a las autoridades de aplicación de la ley durante la investigación y el enjuiciamiento de estos hechos. Son muchos los casos en que agresores de mujeres inmigrantes se aprovechan del hecho de que sus víctimas no se atreven a denunciarlos antes las autoridades por el temor de ser deportadas. No olvidemos que debemos ser responsables de todo lo que sucede en nuestro territorio y sin importar estatus legal, no deja de ser nuestro territorio y es una parte fundamental la defensa de los dere-chos humanos por parte de los Estados Unidos de América.
De igual forma hay que empezar por nosotros debemos adoptar regla-mentaciones destinadas a prevenir el abuso sexual en centros de detención migratoria. Según documentos del Gobierno obtenidos por la Unión Esta-dounidense por las Libertades Civiles (American Civil Liberties Union), entre 2007 y mediados del 2011 se efectuaron casi 200 denuncias de casos de abuso sexual ocurridos en establecimientos de detención migratoria. La cantidad de casos denunciados está lejos de representar la verdadera magni-tud del problema.
La violencia y el maltrato infantil (MI) es un problema socio sanitario que la Organización Mundial de la Salud reconoce como una prioridad en salud y que requiere de respuestas en consonancia con la gravedad del mis-mo. Ya no sorprende en Estados Unidos escuchar noticias que involucren a niños con historias de violencia, sexo, maltratos y abandono en las instala-ciones del sistema escolar, una situación que se torna cada vez más grave. Ni siquiera el recuerdo de la masacre en la escuela secundaria Columbine, el 20 de abril de 1999 y que provocó una gran polémica en Estados Unidos acerca de la seguridad de los niños en las escuelas, detiene la indolencia, la irresponsabilidad y el abandono a que se exponen los infantes cuando salen de sus casas. En Columbine, una escuela del estado de Colorado, murieron bajo las balas 15 niños y 24 resultaron heridos, considerada como la tercera matanza escolar más terrible en la historia norteamericana, después de la ocurrida en la escuela Bath, de Michigan, en 1927, donde 45 menores perdieron la vida y 58 quedaron heridos, y el tiroteo que dejó 14 muertos y 32 lesionados en la Universidad de Texas, en 1966. La lista de niños muertos en las escuelas norteamericanas como consecuencia de la violencia sería enorme si se hiciera una cronología de este fenómeno, que estremece la conciencia humana en pleno siglo XXI. En nuestro país nos autoproclamamos como "paladín de los derechos humanos", y sin embargo no existe la más mínima seguridad para nuestros niños, expuestos a una zona perturbada de la sociedad por la influencia de la violencia en los medios de divulgación, el uso indiscriminado de las armas de fuego, el abuso ilegal de las drogas y una agresividad explícita en las relaciones entre colegiales y educadores.
Muchos analistas en esta materia por todo el mundo declaran que Esta-dos Unidos es líder mundial de violencia en las escuelas. Un estudio federal realizado en 2008 arrojó que casi nueve de cada 10 escuelas públicas repor-taron al menos un incidente violento y más de la mitad de ellas tuvieron un mínimo de 20. Según ese informe emitido por el propio gobierno estadounidense, un millón 700 mil niños estuvieron en algún momento bajo amenaza de muerte en el curso académico analizado. Solo entre 2008 y 2009 se reportaron cinco mil 574 niños y adolescentes muertos como consecuencia del uso de armas de fuego, una cifra que supera incluso la cantidad de bajas militares en recientes conflictos armados.
Pero la violencia va mucho más allá de las agresiones y la muerte, prin-cipalmente a manos de los propios educadores, involucrados en terribles episodios de abusos físicos, sexuales y psicológicos contra los menores. Recientemente se conoció que Jacob Amatuccio, un niño parapléjico de 14 años con necesidades especiales, alumno de la Escuela Secundaria Hudson, en Carolina del Norte, que era obligado por su maestro a pasar horas ence-rrado en una caja de cartón, como forma de "disciplinarlo". Así podríamos nombrar cientos de casos que vemos cada día reflejados en las noticias loca-les de cada estrado y ciudad.
Este caso y otros tantos demuestran una cruel realidad que pone en peli-gro la supervivencia de nuestros niños y adolescentes en una sociedad donde describimos con facilidad como primer mundista, donde se privilegian las ganancias de los vendedores de armas y se les amparan por encima de los derechos vitales de la infancia. Dato curioso y vale la pena ser analizado por el pueblo Americano llama la atención la irónica en que se vive en Estados Unidos, donde se prohíbe a los menores de 18 años comprar cigarrillos y bebidas alcohólicas y por otro lado se les envía a combatir en cuanta guerra se inventen los jerarcas del Pentágono.
Definitivamente violencia trae más violencia, hay vándalos regados por todo el mundo haciendo de las suyas, el asesinato de mujeres, etc.… La libertad de poseer un arma y poder comprarla en los Estados Unidos. Has visto cuantos estudiantes han sido asesinados y la violencia callejera cuántas vidas se cobran a diario la gran mayoría posee un arma legalmente aceptada por los Estados Unidos. Cuantos se han mandado asesinar para tomar otros el poder, como le llamaríamos asesinos de corbata…? el crimen organizado y tráfico de droga, armas, todo esto y mucho mas no genera violencia? y como si fuera poco las enfermedades los virus que a diario salen incurables, la destrucción de la naturaleza el ecosistema, la contaminación. Esto es vio-lencia también. La mala distribución de la riqueza la pobreza el hambruna el desempleo, no generan violencia? Hace poco vi una noticia donde un padre asesino a sus dos hijos y su esposa porque quedo sin trabajo y después el se mato. Las soluciones? Realizar una labor más ejemplar y educativa sobre nuestra sociedad y castigar severamente a aquellos que cometen actos vio-lentos en cualquiera de sus formas.
Paul Chehade:.
Para mayor informacion visite: http://www.paulchehade.com
- # #
Paul Chehade está dedicado a servir a los menos afortunados, sin considerar la religión, raza, etnia, y sexo de las personas, como una demostración incondicional del amor de Dios por todas las personas, ayudando comunidades alrededor del mundo. http://www.paulchehade.com